Hace 3 meses que no escribo. Hace mucho tiempo que dejé de escribirles.
Estos meses han sido un revuelo de muchas emociones y situaciones que me han llevado al límite .
Circunstancias que me han mostrado que por más que pasen los días aquel evento de diciembre no se irá.
Aún me cuesta trabajo contarles lo que sucedió. Ni siquiera me salen palabras para expresarlo.
Pero me inundo de emociones por el tan sólo recuerdo.
Tardé 3 meses para poder salir a la calle. Los autos rojos aún me asustan. Los autos que avanzan en movimiento lento me alteran todavía.
Y la imagen de las placas siguen presentes en mi mente...
Sin embargo, me negaba a la idea de quedarme enterrada. De no continuar con lo que estaba construyendo.
Y aunque me sigo sintiendo destrozada por dentro, recojo fuerza para seguir y proteger del mismo destino a quien me necesita.
Convertí el enojo en coraje para continuar.
Me rehusé a convertirme en víctima, a sentir lástima por mi misma. Me rehusé a darle poder a aquello ocurrido. Me negué a que todo ello se atreviera a tocar mi camino construido .
Y así fue como decidí proteger lo único que no se había tocado. Me hirieron, en cada aspecto que podía ser posible. Pero no me mataron.
Por alguna razón me dejaron.
Por algún motivo no fui una más.
Mi vida estaba de nuevo en mis manos.
Y lo único que estaba de pie era Remo.
No podía dejar que se derrumbara también.
Dos meses después acudí al Campeonato Nacional de Remo bajo techo.
Y desde entonces no me detuve ....
Seguí, seguí, y seguí.
Hasta hoy.
No me detuve, hasta llegar al Mundial de Remo. No paré hasta lograr que mi camino se fortaleciera.
Descubrí que aún con mi cuerpo fuerte y mi mente concentrada, es la fortaleza espiritual la que siempre siempre nos levantará para seguir.
La Regata tiene 2000mts de esfuerzo y satisfacción.
Llegamos a la Agonia.
Habíamos llegado a los 1000mts, yo necesitaba un cambio de ritmo que me exigiera más a mi mente. Que lograra reactivarme.
Grité "10 activas...Va!" Avanzamos y decidimos continuar con ése ritmo. "No lo bajes"- pensaba mientras mi energía se agotaba.
Escuchaba gritar a mis compañeros. Escuchaba cada grito de fuerza...
Íbamos a los 500mts. Mis piernas seguían el circuito de movimiento. Seguían su ritmo. Tenían decisión propia. Yo ya no tenía control sobre ellas.
"Sólo un poco más, vamos, respira, no sientes tus piernas. Confía en ellas. Sigue! Sigue Más!"- pensaba en esos 500mts.
Pensaba en todo lo que había vivido para llegar aquí. Pensaba en las personas que me han apoyado para seguir...Pensaba que no era momento para quebrantar.
Remamos, remamos y remamos sin soltar el ritmo. Sin dejar absolutamente nada en nuestro cuerpo. Vaciando cada aliento y cada fuerza en la Regata.
Escuché el sonido de la meta. Ya no podía más. Mi coach gritaba "Sigan remando! No se detengan así!". Pero mis piernas ya no se movían. Ya hacía 500mts que no sentía mis piernas...
De pronto mis piernas comenzaron a temblar. Brincaban. No dejaban de moverse. Yo no podía detenerlas.
Espasmos que gritaban cansancio y dolor.
Pero mi espíritu estaba regocijando satisfacción y orgullo! Terminamos La Regata!
Entonces, Mi entrenadora gritó "8:18!!!"
Wow!!!! Nuestro tiempo récord!!!!
Mis piernas seguían con espasmos y no las sentía. No sentía mis piernas. No respondían.
Pero mi corazón estallaba de felicidad!!! Todos celebramos de felicidad y satisfacción!!!
Llegamos al muelle.
Y caímos rendidos. Felices y rendidos.
Mi camino seguía en pie... y aún sigo andando en él .
No hay comentarios.:
Publicar un comentario