Barquito de Fe |
Un sismo que no sólo movió nuestra Tierra.- Por un tiempo olvidamos lo que es ser solidarios unos con otros, olvidamos que somos comunidad. Creímos que lo importante no era llegar sino llegar primero y destacar.
Nuestros rostros estaban siempre mirando hacia abajo creyendo que estábamos conviviendo con los demás. Pero dejamos de vernos a la cara para conversar, crear experiencias y solucionar diferencias, dejamos de vernos la cara para amar. Decidimos ignorar la presencia y darnos la vuelta hacia uno mismo. Mirando hacia abajo.
Nos volvimos una Nación indiferente, egocéntrica y materialista. Una nación que aplaude a quien usa el mejor y más caro celular, una nación que admira sonrisas que se apagan después del flash, que "Levantamos la manita" para expresar que algo nos gusta y no sólo eso... creemos que el amor así se demuestra, comenzamos a halagar el protagonismo y anhelarlo con desesperación y obsesión de "documentarlo al público".
Dejamos de llamar por teléfono, dejamos de escuchar la voz del otro. Nos volvimos sordos ante los demás pero astutos para editar respuestas escritas. Insensibles para "Dejar en visto" a quienes abren un espacio y energía para abrir un vínculo. Abandonamos nuestra espontaneidad y nuestro verdadero Yo a cambio de un Yo editado, un Yo creado como si fuera producto listo para vender a cambio de "Likes", "Seguidores" y sin fin de halagos.
Nos dejamos, nos abandonamos y nos olvidamos.
Dejamos atrás nuestra esencia como mexicanos.
Nos olvidamos de aquellos mexicanos que éramos. Amables; respetuosos; trabajadores; amantes de nuestras cosechas; orgullosos de nuestras tradiciones; olvidamos que preferíamos estar en casa a la hora de la comida para platicar, reír, vernos a la cara, sentir nuestro calor y energía; la comida hecha en casa era el mejor platillo que podíamos probar... porque estaba hecho con amor y pensando en cada uno de nosotros.
Nos olvidamos.
Y hoy la Tierra nos movió hasta lo más profundo de nuestro ser.
Nos movió la conciencia, nos movió nuestros valores... Nos movió el corazón.
Hoy estamos juntos caminado, de mano a mano. Abrazamos al desconocido, sentimos el dolor del otro. Dejamos de estar ensimismados para levantar la mirada y observar que no somos únicos, ni protagonistas ni mejores que otros. La naturaleza nos recordó que somos insignificantes ante ella y le debemos respeto.
Dejamos el celular para remover una piedra. Dejamos de decir "Estoy en...(La mejor tienda, el mejor restaurante, el mejor centro comercial...el mejor, el mejor, el mejor)" a cambio de decir "Vamos a donde nos necesiten". Dejamos de retocarnos a cambio de terminar empolvados por levantar escombros. Dejamos de preocuparnos por el "Con qué me veo mejor" a cambio de usar botas, pantalón, guantes y casco. Dejamos de ensimismarnos para mirar al otro y sentir su sentir. Cambiamos un "Me entristece" y comprendimos que con nuestras miradas podemos expresar "Tu dolor es mi dolor", un "Me encanta" también se dice con un abrazo o una sonrisa.
¡Nos miramos al fin! ¡Nos desvirtualizamos por fin!
¡Nos miramos al fin! ¡Nos desvirtualizamos por fin!
Espero que este evento que movió nuestra conciencia de vida también nos mueva los corazones y entendamos, por fin, que lo importante no es llegar primero ni ser el mejor. Lo importante es caminar juntos de la mano, de corazón a corazón.
Deseo que pasando esta tragedia, lo único que se quede sea nuestro espíritu mexicano.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario