Un consultorio médico siempre genera un poco de suspenso. |
Aunque sabemos que acudir al médico es nuestra responsabilidad para con nosotros mismos, aunque tenemos muy claro que acudir al médico nos permitirá mantener nuestro cuerpo vigilado y alerta ante cualquier intrusión... Aunque sabemos que los resultados de nuestros estudios nos darán cierta tranquilidad, aunque existe mayor probabilidad de resultados favorables, nos cuesta trabajo cumplir con este compromiso.
Somos expertos aplazando nuestras citas médicas, colocamos otros planes como prioridades. El trabajo es más importante, la familia es más importante, relajarnos o divertirnos es más importante. Y en efecto son importantes, pero pese a ello, aún está presente esa pequeña o grande incertidumbre. Aún hay momentos en los que pensamos "¿Y si tengo algo grave?" Y entonces... ¡Menos queremos acudir! No queremos escuchar más noticias desagradables.
Y es en este punto donde podemos dar cuenta de nuestra emoción verdadera... No es incertidumbre, es Miedo y es inseguridad.
Tal vez los resultados no son catastróficos y es nuestra mente la que genera conclusiones irreales, aunque parecen lógicas están basadas en nuestros más profundos temores.
- Mañana sí voy, decidido.- Pienso cada vez que voy a la cama. Programo mi alarma, de hecho programo dos alarmas porque sé que la primera no será suficiente para ponerme de pie.
Cuando llega el día siguiente, suena la alarma y a los pocos minutos suena la segunda alarma. Sin embargo, he despertado por completo con la primera alarma esperando escuchar la segunda alarma mientras observo el techo de mi habitación.
Pienso y pienso. Me imagino llegando a consulta médica y recibiendo mis resultados. Después pienso acerca del tratamiento, pues es un hecho que deberán realizarme una pequeña cirugía y aún así temo por los resultados.
Pese a existir probabilidades favorables, la palabra "Biopsia" no genera ningún tipo de confianza y seguridad. Dos de tres han salido positivas en presencia de células malignas... esta tercera podría ser negativa, no podría ser grave. Aún con ello sigue presente esa repulsión a la consulta.
He pasado una semana despertando cada mañana para apagar mis dos alarmas, pensando sobre los resultados, sobre la cirugía, sobre guardar reposo por dos semanas, pienso que mi vida no tiene la estabilidad que deseo, pienso en cada pendiente por cumplir, y pienso que acudir al médico por los resultados de esa Biopsia será como abrir una caja de Pandora... esta vez una caja donde conozco el camino. Donde conozco ambos senderos, pero no tengo certeza alguna sobre cuál de ellos me tocará andar.
Y no me preocupa tanto (sólo un poco, quizás lo considerable) andar por cualquiera de los dos senderos, lo que temo es perder mi autosuficiencia. Temo estar nuevamente en cama, sin poder avanzar en mis proyectos, sin poder efectuar los planes familiares, temo quedar atada sólo para observar cómo pasa la vida dejando escombros y yo sin poder hacer algo para salvaguardar lo que esté en mis manos.
No es sueño, no es desidia... es la vida la que me causa ese insomnio y esa postergación a mi consulta médica. Son pequeñitos demonios traviesos que les gusta despertar por la noche, son preocupaciones que encuentran energía durante la noche, son ruidos sin sintonía ni armonía que generan ése insomnio.
Ahora tengo un espacio libre en mi mente, un ruido que halló su sintonía, una preocupación menos un pequeño demonio que encontró paz... una pelotita menos que malabarear. Ahora podré agregar la pelotita de mi salud y entrar nuevamente en juego.
Dicen que lo que tenga que ser...será. Y así es.
Son justo en estos momentos donde, como sobrevivientes, podemos aplicar lo que aprendimos en aquellos momentos inestables.
Aprendimos que pase lo que pase tendremos las herramientas necesarias para pasar por ese sendero que nos espera. No existen promesas de salir ilesa, sin un rasguño o al menos sin un tropiezo. Pero podemos caminar sobre él, el logro es ése...caminar sobre él.
El resultado es subjetivo, mientras unos lo ven como una pérdida tu lo puedes ver como ganancia, o viceversa. Con el tiempo los matices de cómo percibimos un hecho cambian en cada instante, de pronto son benéficos, y en otro momento los consideramos una barbaridad. Pero siempre siempre serán aquello que necesitamos vivir.
Lo importante es apagar la primera alarma, levantarte, arreglarte y acudir a esa "*&#%#!!" Consulta.
Son las 4:12am
Si en unas horas acudo a esa consulta, el día de mañana podré dormir un poco más.
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